Ayer no me acordé, no lo supe, el corazón no me lo advirtió. Este 17 de mayo hizo dos años de que Mario Benedetti cometiera la falta imperdonable de morírsenos. Ayer no lo extrañé, pero hoy, sabiéndolo otra vez muerto me vuelve a dar calor el reproche que tengo atravesado desde el 2009. Si alguien no debió irse del mundo, dejarnos desamparados, ese era Mario.
No nos bastan las poesías, las novelas, la constancia de su compromiso con la justeza y la verdad. No nos alcanzó el tiempo para que Mario nos ayudara a encontrar los caminos, a encauzar la rabia, a aligerar el corazón.
Qué vamos a hacer los que no rompimos las puertas de Casa de la Américas para escucharlo decir calladamente, con timidez casi, sus canciones. Los que no vislumbramos su asombro al saberse admirado, durmiendo de miles de formas distintas bajo las almohadas de las adolescentes, volando entre pliegos de papel en las aulas de las escuelas, seduciendo al amor, haciendo el amor.
Dos años ya y la hora del ángelus no ha encontrado mejores palabras que la nombren. Ni otra hora ha sido propicia para los amadores y bardos.
Mario sigue haciendo una falta sin nombre y sin fondo. Mario sigue siendo la añoranza de la poesía.
Precioso Shey!! Me lo llevo para Facebook!!
Gracias por pasar. Quien se merece todo el crédito es Benedetti.
me encantó, yo tmb lo extraño… es triste q se nos haya ido
Creo que va a ser una añoranza larga… menos mal sus palabras que se quedaron con nosotros.
Quizás la añoranza es porque Mario fue para muchos, de los «imprescindibles», los que luchan siempre, los que dejan demasiado, los que nunca mueren y aún sin estar fisicamente, tienen tanto para dar. Por eso se impone buscar entre líneas, a veces leídas y releídas, lo que siempre nos dirá. Y en tus palabras volver a encontrarnos con él. Gracias por hacernos partícipe entonces de su memoria, que es la tuya, la de nosotros, la de mañana, con él, por él y para él
Hay días en que Benedetti me es imprescindible, como hoy.
Hay hombres a los que la muerte se les queda chica, Mario es uno de esos, gracias por recordárnoslo. Te dejo un regalo, que es también un modo de recuerdo:
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo…
gracias por dejar el poema… es uno de los que siempre me acompaña… tan lúcido como siempre Mario.
┼ Requiem Cast in cum Divine Clementía ┼
Lo importante es que nunca nos falte la poesía, esa es necesaria para sobrevivir estos tiempos, como también son imprescindibles los ojos para ver y el alma para sentirla. Benedetti fue de esos que lograron abrir ojos y almas. Gracias por recordárnoslo. Un beso.
Es como dices querida amiga. Lo importante es que no nos falte y que a pesar de los contratiempos podamos tenerla a la mano siempre que la necesitemos. Creo que es imprescindible vivir con poesía.
Pues me trajiste de vuelta «Los pocillos», ese tremendo cuento de Benedetti que me llevo a la tumba: http://www.loscuentos.net/cuentos/other/2/5/64/. Este es uno de los que no nos puede faltar en la librería 😉
Un beso grande,
R
Me encanta ese cuento!!!!!!!!!!!! Entonces estará en dos tumbas. Es de los de Benedetti que releo sin cansarme. Otro beso grande para ti!!!
De ninguna manera!!!!, por el contrario, si me insinuabas que no tenía cabida en la librería, iba a tener que retirarte mi entusiasmo. Besos
Yo también me quedé con esas ganas de echar abajo puertas para escucharlo…
seguiremos echándolas abajo cuando nos lo quieran ningunear o cuando el polvo quiera asentarse sobre su palabra.
Oye, Rafa, y no me dejen fuera de la librería!!!! 😀