Me falta Benedetti (+ Fotos)

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Ayer no me acordé, no lo supe, el corazón no me lo advirtió. Este 17 de mayo hizo dos años de que Mario Benedetti cometiera la falta imperdonable de morírsenos. Ayer no lo extrañé, pero hoy, sabiéndolo otra vez muerto me vuelve a dar calor el reproche que tengo atravesado desde el 2009. Si alguien no debió irse del mundo, dejarnos desamparados, ese era Mario.

No nos bastan las poesías, las novelas, la constancia de su compromiso con la justeza y la verdad. No nos alcanzó el tiempo para que Mario nos ayudara a encontrar los caminos, a encauzar la rabia, a aligerar el corazón.    

Qué vamos a hacer los que no rompimos las puertas de Casa de la Américas para escucharlo decir calladamente, con timidez casi, sus canciones. Los que no vislumbramos su asombro al saberse admirado, durmiendo de miles de formas distintas bajo las almohadas de las adolescentes, volando entre pliegos de papel en las aulas de las escuelas, seduciendo al amor, haciendo el amor.  

Dos años ya y la hora del ángelus no ha encontrado mejores palabras que la nombren. Ni otra hora ha sido propicia para los amadores y bardos.

Mario sigue haciendo una falta sin nombre y sin fondo. Mario sigue siendo la añoranza de la poesía.

 

17 comentarios en “Me falta Benedetti (+ Fotos)

  1. Quizás la añoranza es porque Mario fue para muchos, de los «imprescindibles», los que luchan siempre, los que dejan demasiado, los que nunca mueren y aún sin estar fisicamente, tienen tanto para dar. Por eso se impone buscar entre líneas, a veces leídas y releídas, lo que siempre nos dirá. Y en tus palabras volver a encontrarnos con él. Gracias por hacernos partícipe entonces de su memoria, que es la tuya, la de nosotros, la de mañana, con él, por él y para él

  2. Hay hombres a los que la muerte se les queda chica, Mario es uno de esos, gracias por recordárnoslo. Te dejo un regalo, que es también un modo de recuerdo:
    No te quedes inmóvil
    al borde del camino
    no congeles el júbilo
    no quieras con desgana
    no te salves ahora
    ni nunca
    no te salves
    no te llenes de calma
    no reserves del mundo
    sólo un rincón tranquilo
    no dejes caer los párpados
    pesados como juicios
    no te quedes sin labios
    no te duermas sin sueño
    no te pienses sin sangre
    no te juzgues sin tiempo…

  3. Lo importante es que nunca nos falte la poesía, esa es necesaria para sobrevivir estos tiempos, como también son imprescindibles los ojos para ver y el alma para sentirla. Benedetti fue de esos que lograron abrir ojos y almas. Gracias por recordárnoslo. Un beso.

Replica a darksoulxes86 Cancelar la respuesta